27 CONSERVAS ORBE ZENDAL PORRIÑO: Ayelen Rosalez, Zhukova (3), Caro Bono (2), Casasola (3), Alicia Campo, Valles (3), Aitana Santomé (1), Aroa (2), Maider Barros (5), Sarai, Paulina Buforn (2), Isis Moreno (3), Maddi (1), Daniela Moreno (1), Lucía Laguna (1).
19 MORVEDRE: Asin, Mazza, El Jellabi, Gallart, Kamilla (2), Torres (1), María Pérez (2), Palanques (2), Paula García, Hosoe (1), Caba (1), Lucía Gámez (4), Zarco (5), Zalvez.
MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 2-1, 3-2, 5-5, 9-6, 12-8, 15-9, descanso, 16-10, 19-11, 22-13, 14-15, 26-16, 27-19.
El Porriño cerró la fase regular de la temporada con una victoria cómoda frente al Morvedre, resultado que le garantiza la cuarta posición en la tabla. Esta clasificación le permite encarar los cuartos de final frente al Elche con la ventaja de disputar el encuentro de vuelta en su propio pabellón. El equipo entra ahora en una etapa decisiva, con dos semanas que quedarán marcadas en la historia del club: el miércoles arranca la serie de cuartos por la Liga y el sábado se jugará la ida de la final de la EHF European Cup ante el Valur de Islandia. La semana siguiente se resolverán ambas eliminatorias.
Sin embargo, justo antes de encarar esta fase crucial, el conjunto dirigido por Isma Martínez sufrió un revés importante con la lesión de Micaela Casasola, una jugadora clave en el esquema del equipo. La lesión se produjo de manera accidental durante la segunda mitad, cuando el partido ya estaba controlado y se vivía un tramo sin grandes exigencias. El tobillo le falló y tuvo que retirarse para ser atendida. Aunque aún no hay diagnóstico definitivo, se mantiene la esperanza de que pueda llegar a tiempo para el compromiso europeo. No obstante, aún es pronto para asegurarlo y será necesario esperar a que se realicen pruebas médicas.
En cuanto al desarrollo del encuentro, hubo poca historia. El Conservas Orbe Zendal Porriño dominó desde los primeros minutos, abriendo rápidamente una brecha ante un Morvedre sin capacidad de respuesta. A pesar del ritmo algo lento al inicio, el equipo gallego encontró numerosas opciones para atacar, destacando el juego por el extremo derecho con una inspirada actuación de Maider Barros. Al descanso ya ganaban 15-9. En la segunda mitad, el guion se mantuvo y fueron las jóvenes Aroa e Isis quienes asumieron parte del protagonismo ofensivo, demostrando solvencia y carácter.